El sexo kinky es una actitud, una forma de enfrentar la sexualidad a full, de estar dispuesto a vivir la sensualidad, explorar fantasías (tuyas y del otro) y a disfrutar con todos los sentidos.
Tienes que saber fantasear, estar libre de prejuicios y dispuesto/a a probar cosas nuevas, a explorar y experimentar.
Kinky no se nace, ¡se hace! ¡Así es! Cualquier mujer o cualquier hombre puede convertirse en una o un amante kinky. ¿Cómo? Bueno, hay que estar preparados para imaginar, fantasear y animarse al sexo atrevido, espontáneo, pícaro, explosivo y un poco salvaje. Sexo en lugares públicos, sobre la mesada de la cocina o en el medio del mar son algunos ejemplos de los escenarios que podría elegir un amante kinky y que, sin duda, renuevan la pasión en la pareja y le suman risas y alegría.
En caso de que te encuentres un poco falta de imaginación, recuerda que la literatura y el cine eróticos pueden funcionar como poderosas fuentes de inspiración.
A continuación, repasamos punto por punto todas las cosas que necesitas tener en cuenta para convertirte en una amante kinky.
1. La imaginación es la base de todo esto. Libérate de los prejuicios y atrévete a fantasear y crear imágenes eróticas en tu cabeza.
2. ¿Qué es lo que te enciende? ¿Qué despierta tu deseo? Averigua que es lo que te motiva sexualmente e inclúyelo en el encuentro íntimo.
3. Concede el permiso para jugar sin prejuicios. Puedes compartir con tu pareja una palabra clave o safeword para indicar que ese es el límite.
4. Debes estar dispuesta a probar cosas nuevas.
5. Ten la confianza para decirle a tu pareja qué es lo que quieres y con qué te gustaría experimentar.
6. Establezcan reglas de juego consensuadas. Es decir, que ninguno de los dos sienta que algo es una obligación o una imposición.
7. ¡Ojo con las expectativas! Que las fantasías que tienen en sus cabezas sirvan como una fuente de inspiración para ir comenzando con pequeños retos. Recuerden que las fantasías pertenecen al plano de la fantasía y que es muy difícil llevarlas a la realidad tal cual se encuentran en nuestra imaginación.
8. Durante el encuentro sexual, expresa qué te gusta y qué no, de manera respetuosa y abierta, dejando siempre abierta la posibilidad del “no”.
9. ¿No tienes tiempo? ¡Pura excusa! En cualquier momento puedes tener un gesto travieso o kinky.
Fuente Universo Alessandra
1. La imaginación es la base de todo esto. Libérate de los prejuicios y atrévete a fantasear y crear imágenes eróticas en tu cabeza.
2. ¿Qué es lo que te enciende? ¿Qué despierta tu deseo? Averigua que es lo que te motiva sexualmente e inclúyelo en el encuentro íntimo.
3. Concede el permiso para jugar sin prejuicios. Puedes compartir con tu pareja una palabra clave o safeword para indicar que ese es el límite.
4. Debes estar dispuesta a probar cosas nuevas.
5. Ten la confianza para decirle a tu pareja qué es lo que quieres y con qué te gustaría experimentar.
6. Establezcan reglas de juego consensuadas. Es decir, que ninguno de los dos sienta que algo es una obligación o una imposición.
7. ¡Ojo con las expectativas! Que las fantasías que tienen en sus cabezas sirvan como una fuente de inspiración para ir comenzando con pequeños retos. Recuerden que las fantasías pertenecen al plano de la fantasía y que es muy difícil llevarlas a la realidad tal cual se encuentran en nuestra imaginación.
8. Durante el encuentro sexual, expresa qué te gusta y qué no, de manera respetuosa y abierta, dejando siempre abierta la posibilidad del “no”.
9. ¿No tienes tiempo? ¡Pura excusa! En cualquier momento puedes tener un gesto travieso o kinky.
Fuente Universo Alessandra
0 comentarios:
Publicar un comentario
Queremos conocer tu opinión ,tu experiencia o lo que nos quieras contar, te leemos!